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jesusorera

Altruísmo frente a egoísmo

Parece claro que el objetivo último del ser humano es ser feliz. Lo que no está tan claro es con qué estrategia se consigue este objetivo.

En la interacción con el resto de personas hay fundamentalmente dos modos opuestos de actuar: altruistamente, es decir, teniendo en cuenta el objetivo de ser feliz de la otra persona y dedicando esfuerzo propio a que él esté mejor. O egoístamente, teniendo en mente solo el objetivo propio y no haciendo nada que no redunde en una mayor felicidad personal.

Esta, como todas las separaciones, no es tan clara ni tan estanca como se podría pensar. Hay personas que actúan altruistamente y encuentran una gran satisfacción personal en ayudar a los demás (desde un punto de vista muy retorcido se podría decir que actúan egoístamente buscando su felicidad personal) y personas que incluso impulsan organizaciones altruistas con el fin de enriquecerse (son egoístas que ayudan mucho a los demás para conseguir sus fines). No obstante todos tenemos claro qué es una persona egoísta y cómo actúa.

Parece una buena estrategia para ser feliz el ser egoísta: hacerse camino 'a codazos' en tu empresa, intentar minimizar la labor de compañeros, jefes y subordinados para que resplandezca la tuya, incluso detalles como quedarte el mejor bocado en la mesa cuando te dan a elegir... Muchos 'triunfadores' parecen tener ese perfil e incluso se suele recomendar como una buena estrategia de vida para un niño el 'amor propio' 'no dejes que te adelanten' 'hay que destacar', etc, etc.

No obstante estudiando con cuidado la historia e incluso la naturaleza a nuestro alrededor hay algo que parece claro: en las especies sociales (y el hombre es una de ellas sin duda) el egoísmo individual produce un fuerte rechazo. A la larga una persona calificada de egoísta no disfruta de las ventajas de la relación social y de la sinergia (uno más uno es más de dos) base y origen de la estructura social. Una estrategia muy usada es ser egoísta en el sentido más puro de la acepción pero disimular con palabrería y fuegos de artificio esta actitud para evitar el rechazo de los demás. Es imposible engañar a todos todo el tiempo y las caídas de este tipo de personas son las más sonadas de los programas de noticias.

En un entorno social la mejor estrategia es ser altruista. Cuanto más se da a los demás desinteresadamente más se recibe. El entorno percibe esa característica, la agradece y la premia. Hay casos puntuales que intentan aprovecharse de ella y normalmente lo consiguen. Son los casos que caerán en el futuro estrepitosamente y no merece la pena dedicar un lamento al tiempo y esfuerzo perdido con ellos. La gratificación no viene undireccionalmente sino que se recibe de todo nuestro entorno social que nos observa y ve nuestra actitud.

Este mensaje a mi entender es lo más esencial de Sócrates o Platón y por supuesto de Jesucristo, que demostraron una clarividencia superior en un tema que no es nada obvio (muchas especies animales lo tienen por instinto, pero la mente humana puede jugar muchas malas pasadas) . Si quieres ser feliz, ser bien tratado, disfrutar haciendo algo por los demás (el placer que más llena) y recibiendo muchísimo más a cambio, sé indudable e incondicionalmente altruista. No lamentes las batallas perdidas, se trata de ganar la guerra sumando pequeñas victorias proporcionadas por todos los puntos de nuestro entorno. Así es como más se gana.

En resumen, un altruista es un egoísta inteligente.

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